La psicología forense peruana necesita autocrítica: ¿por qué seguimos aplicando modelos de hace 30 años?

Aunque la psicología forense ha avanzado significativamente en el mundo, el Perú continúa aplicando modelos antiguos, metodologías desfasadas y prácticas carentes de evidencia científica. Este artículo analiza críticamente las razones de este estancamiento y propone una reflexión urgente sobre la necesidad de actualización, regulación y autocrítica profesional.

Datos del Autor: Ps. Paolo Antonio Castillo Mendizábal (C.Ps.C. N°62446, ORCID ID: 0009-0003-1104-7058) Psicólogo peruano especializado en psicología criminal y clínica, con una destacada trayectoria académica.  Contacto: +51962707026. CV Clínico y CV Forense

La psicología forense peruana vive en una paradoja: es más necesaria que nunca, pero sigue funcionando con herramientas conceptuales, metodológicas y técnicas que pertenecen a otra época. Mientras el mundo académico internacional avanza en investigación sobre memoria, trauma, sesgos cognitivos, evaluación forense, metodología de entrevistas y análisis de conducta, en el Perú aún se aplican modelos de hace treinta años, protocolos sin evidencia empírica y prácticas profesionales heredadas de un tiempo donde la psicología forense era una disciplina incipiente.

Esta situación no es anecdótica: tiene consecuencias profundas. Miles de procesos judiciales dependen de pericias que deberían ser científicas, rigurosas y actualizadas, pero que muchas veces se elaboran con instrumentos clínicos inadecuados, enfoques interpretativos obsoletos y criterios subjetivos sin sustento. La justicia peruana confía ciegamente en estas pericias, sin cuestionar sus fundamentos epistemológicos ni su validez metodológica.

Así, la pregunta que estructura este artículo es urgente y necesaria:
¿por qué la psicología forense peruana sigue aplicando modelos de hace treinta años, mientras la evidencia científica ya avanzó enormemente?

La respuesta exige una autocrítica honesta. No basta con señalar errores del sistema judicial; también debemos mirar con rigurosidad nuestras propias prácticas como psicólogos forenses. Este artículo pretende abrir ese debate.


1. La psicología forense peruana: una disciplina sin regulación formal

Uno de los problemas más graves es que la psicología forense en el Perú carece de:

  • legislación específica,
  • estándares de formación obligatoria,
  • certificación oficial,
  • recertificación periódica,
  • supervisión técnica sostenida,
  • protocolos nacionales basados en evidencia empírica.

Esto tiene una consecuencia directa: cualquiera puede autodenominarse “psicólogo forense”, sin formación sólida en psicología del testimonio, metodología forense, derecho procesal, memoria o trauma. En muchos casos, los peritos ingresan al sistema judicial sin haber leído jamás la literatura científica fundamental de la disciplina.

Sin regulación no hay control; sin control, no hay calidad; sin calidad, no hay ciencia.


2. Persistencia de modelos clínicos aplicados al ámbito forense: un error conceptual profundo

En el Perú, la mayoría de peritos provienen de la psicología clínica. Esto no es el problema; el problema es que continúan evaluando de forma forense como si estuvieran en consultorio. La psicología forense no consiste en explorar emociones ni en diagnosticar trastornos; consiste en producir evidencia técnica para responder preguntas jurídicas.

Pero muchos psicólogos siguen utilizando modelos clínicos antiguos:

  • entrevistas libres sin estructura forense,
  • interpretación proyectiva,
  • análisis emocional subjetivo,
  • tests no diseñados para contextos legales,
  • lectura clínica del comportamiento,
  • conclusiones basadas en intuición,
  • confusión entre afectación emocional y validez del testimonio.

Es decir, métodos propios de los años 80 o 90, cuando la psicología forense aún no tenía desarrollo teórico sólido.

Actualmente, la disciplina exige:

  • enfoque basado en evidencia,
  • evaluación estructurada,
  • análisis metodológico claro,
  • fundamentación científica revisable,
  • conocimiento profundo sobre memoria y sugestión,
  • separación estricta de objetividad y subjetividad.

Pero la práctica peruana sigue estancada en modelos interpretativos.


3. El analfabetismo científico en psicología del testimonio

Uno de los déficits más graves y frecuentes es la falta de formación en psicología del testimonio. Muchos peritos:

  • no conocen la literatura sobre sugestión,
  • desconocen el efecto de preguntas directivas,
  • no distinguen contradicciones naturales de inconsistencias significativas,
  • interpretan silencio como mentira,
  • confunden emociones con veracidad,
  • creen en “indicadores” inexistentes de abuso sexual infantil,
  • repiten preguntas dañinas sin saberlo,
  • no comprenden cómo funciona la memoria traumática,
  • no diferencian memoria episódica de memoria reconsolidada,
  • aplican entrevistas sin protocolos basados en evidencia.

La ciencia del testimonio ha avanzado enormes pasos en 30 años. Hoy sabemos que:

  • la memoria infantil es vulnerable,
  • la sugestión puede distorsionar recuerdos,
  • la presión afecta la precisión narrativa,
  • la entrevista es tan importante como el relato,
  • la neutralidad es indispensable,
  • la narrativa infantil no funciona como la adulta,
  • la consistencia aparente no significa veracidad.

Pero el sistema peruano sigue evaluando testimonios con creencias obsoletas, como si nada hubiera cambiado desde los 90.


4. La ausencia de investigación peruana: un país que consume conocimientos externos sin contextualizarlos

Otro factor del estancamiento es la falta de producción científica local. Mientras países como España, Chile o Argentina han desarrollado estudios propios, protocolos adaptados y debates internos, el Perú depende casi exclusivamente de:

  • manuales extranjeros,
  • artículos traducidos,
  • capacitaciones aisladas,
  • cursos breves sin impacto estructural.

La psicología forense peruana tiene escasos estudios:

  • sobre memoria infantil en poblaciones locales,
  • sobre trauma en contextos de violencia intrafamiliar peruana,
  • sobre funcionamiento de entrevistas en realidad fiscal y judicial peruana,
  • sobre errores metodológicos en peritajes nacionales.

Sin investigación nacional, se perpetúan modelos antiguos y no se cuestiona la pertinencia cultural, lingüística o judicial de lo que se aplica.


5. La cultura institucional peruana: rapidez sobre rigor

La precariedad metodológica también se explica por la cultura institucional. En muchas fiscalías y juzgados, la prioridad no es la calidad del peritaje, sino:

  • cumplir con plazos,
  • producir volumen,
  • avanzar carga procesal,
  • “resolver expedientes”.

En ese contexto, un informe psicológico que debería demorar semanas se hace en horas. La evaluación física del menor se realiza sin preparación emocional adecuada. La entrevista única se agenda aunque el niño no esté emocionalmente listo. El perito trabaja bajo presión de fiscales, abogados o jueces.

Cuando la velocidad es más importante que la metodología, se produce ciencia defectuosa.


6. El mito de la neutralidad pericial: los sesgos que no se quieren reconocer

El sistema peruano asume que el psicólogo forense es neutral por definición. Pero la ciencia cognitiva demuestra que los profesionales, como cualquier ser humano, están sujetos a:

  • sesgo de confirmación,
  • sesgo de expectativa,
  • sesgo de autoridad,
  • sesgo de deseabilidad social,
  • sesgos emocionales hacia niños o adultos,
  • influencia institucional.

Cuando un perito no está entrenado en psicología del testimonio, no reconoce estos sesgos y los incorpora inconscientemente en su labor. Así, las conclusiones periciales reproducen:

  • la hipótesis fiscal,
  • la presión institucional,
  • la narrativa dominante,
  • creencias personales.

La ausencia de autocrítica convierte al perito en un instrumento del sistema, no en un científico independiente.


7. Las universidades: una formación que no ha cambiado en décadas

La formación universitaria en el Perú continúa priorizando:

  • psicoanálisis,
  • humanismo,
  • pruebas proyectivas,
  • enfoques psicodinámicos,
  • modelos interpretativos del siglo pasado.

Muchos estudiantes egresan sin:

  • un curso de psicología del testimonio,
  • formación en entrevistas forenses,
  • comprensión del proceso penal,
  • análisis de validez probatoria,
  • conocimiento de metodologías basadas en evidencia.

Esto no sería un problema si no fuera porque esos mismos estudiantes, a los pocos meses, están realizando pericias que influirán en sentencias penales.

El desfase académico es profundo.


8. La falta de supervisión: un sistema que nunca corrige sus errores

En países que lideran la psicología forense (Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, España), los peritos:

  • pasan por supervisión constante,
  • reciben retroalimentación técnica,
  • revisan sus grabaciones,
  • participan en supervisión grupal e individual,
  • corrigen errores técnicos.

En el Perú, la supervisión prácticamente no existe.
Un perito puede aplicar errores graves durante décadas sin que nadie los identifique.

La ausencia de supervisión perpetúa la práctica desactualizada.


9. La ilusión de que “más experiencia = mejor peritaje”

Otro mito frecuente en la psicología forense peruana es que los años de experiencia equivalen automáticamente a competencia técnica.
Pero sin actualización continua, la experiencia se convierte en repetición de errores.

Un perito con 20 años ejerciendo sin formación moderna no es un experto: es un experto en hacer pericias con modelos antiguos, con errores que nadie corrigió.

La experiencia sin supervisión y sin actualización científica no es un valor: es un riesgo.


10. ¿Por qué no cambiamos? Resistencias visibles e invisibles

Existen barreras individuales e institucionales:

  • Comodidad profesional: actualizarse exige esfuerzo, tiempo y humildad.
  • Resistencia académica: muchas universidades temen modificar mallas curriculares antiguas.
  • Ignorancia institucional: fiscales y jueces no identifican pericias deficientes.
  • Impune técnica: no existen sanciones por errores periciales.
  • Falta de recursos: capacitación especializada requiere inversión.
  • Cultura jerárquica: cuestionar modelos antiguos se percibe como amenaza.

El resultado es un sistema que prefiere mantener prácticas conocidas aunque no sean científicas.


11. ¿Qué exige una psicología forense moderna?

La psicología forense actual, basada en evidencia, exige:

  • actualización científica permanente,
  • conocimiento profundo de memoria y sugestión,
  • formación en entrevistas investigativas,
  • análisis estadístico básico,
  • metodología de la investigación,
  • razonamiento probabilístico,
  • dominio de derecho procesal,
  • ética profesional sólida,
  • supervisión y recertificación.

Nada de esto forma parte obligatoria del sistema peruano.


12. La autocrítica como punto de partida

El primer paso para transformar la psicología forense peruana no es normativo ni institucional: es epistemológico.
Es reconocer que:

  • muchos modelos usados son antiguos,
  • muchas prácticas carecen de sustento científico,
  • muchos protocolos están desactualizados,
  • muchos peritos nunca fueron formados para este trabajo,
  • muchas decisiones judiciales se basan en evidencia psicológica insuficiente.

La autocrítica no busca culpables; busca soluciones.


Conclusión

La psicología forense peruana está estancada en modelos de hace 30 años porque el sistema no exige actualización, porque las universidades no enseñan lo necesario, porque no existe regulación formal, porque la supervisión es inexistente y porque la cultura institucional prioriza rapidez, trámite y volumen sobre rigor científico.

Este artículo no pretende deslegitimar la psicología forense, sino invitar a una transformación urgente. En un país donde los peritajes psicológicos deciden prisiones, custodias, medidas de protección y sentencias, seguir trabajando con modelos antiguos no es solo un error académico: es una forma de injusticia.

La psicología forense peruana debe evolucionar. Y para que eso ocurra, debemos tener la valentía intelectual y ética de hacernos la pregunta central:
¿estamos dispuestos a dejar atrás los modelos del pasado para construir una disciplina verdaderamente científica?


Bibliografía

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  • Investigaciones contemporáneas sobre memoria, trauma y sugestibilidad infantil.
  • Lineamientos del Ministerio Público del Perú.

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